jueves, 23 de diciembre de 2010

La Paz es distinta de la pasividad.

En tiempos de crisis por todos lados se predica la búsqueda de la "paz social", la unidad y la aversión a los conflictos. Anhelan los tiempos en que todo estaba en un estado de paz ya pasado, en el cual se lograron grandes avances de corte social y humanístico. Pero dicho estado de paz es una paz de otro momento, la presente crisis debe buscar otra paz, una paz distinta en la que las fuentes actuales del conflicto puedan ser integradas sabiamente.

De ahí que es importante notar que la paz es distinta a la pasividad. La pasividad es la que va desernegizando la existencia, matando la vida, a la pasividad social se le llega cuando se resuelven muchos problemas materiales y logra cierto "equilibrio" social,    ...pero es el "equilibrio de los cementerios" donde nada se mueve.

La vida sólo es plena cuando sus deseos profundos tienen derecho a manifestarse, y el deseo es movimiento, es creación. No siempre "buena" creación, pero sí siempre desafiante para las grandes almas.
La vida es un misterio, no queramos desentrañarlo. Sí busquemos darle estructura social acorde a principios, sobre todo en los niveles de autoridad. Principios surgidos de la interioridad profunda y no de reglas caducas (propias de los conservadores que quieren regresar al pasado).
Los grandes "santos" necesitaron de "grandes males" para manifestarse como tales. Un cierto nivel de "conflicto" siempre es deseable.
Sólo así podremos, como humanidad, generar obras de belleza trascendental.
Hay quienes con razón dicen: "La paz interna o personal es más que deseable... es necesaria. Ella es un reflejo de la paz social que, a su vez, tiene su origen en el interior de las personas que la integran. Un círculo virtuoso que nunca deberíamos olvidar."
Yo sólo anoto que el círculo de la paz interior-paz social debe evitar ser un círculo de pasividad (cosa propia de los conservadores, que en su exageración: es propio de los fascismos). Paz interior también es felicidad, libertad, emancipación, lo cual da dinamismo a la existencia y evidentemente: cierto grado de conflictividad en la dialéctica de los deseos encontrados, que lleva a soluciones integradoras de mayor gozo estético.
Y si vamos al mundo empresarial: aquella empresa que sabe darle vida a la dialéctica de los deseos encontrados consta por ello de una Energía Vital extraordinaria para crear soluciones superiores y, por lo mismo, para dominar su ecosistema.     ....algo que nuestra consultoría ayuda a desarrollar.
(entrada tomada de mi blog en Staff)

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